Ecuación Escenica de Memoria y Tiempos

El primer proyecto de la trilogía fue Nezahualcóyotl… palabra que nos remite de inmediato al Príncipe poeta, Rey de Texcoco, pero también a Ciudad Neza, abreviatura coloquial con cierto sentido cariñoso que usamos al referirnos al municipio 120 del Estado de México. Se trató de investigar dos existencias, la de uno, un rey poeta, visionario y buen gobernante y la de muchos, aquellos que poblaron un desierto de sal.

I

Pensar “Nezahualcóyotl” es platicar con la historia, con la monografía, con “La Guía Roji” de la Ciudad de México. Conversar con lo que se perdió, con la incesante conquista. Pensar “Nezahualcóyotl” es reconquistarse, es también estrategia de intercambio entre el escenario y la calle, entre la historia, la fábula y lo divino; entre lo vivo y la vida.

Cerrar los ojos, pensar en la palabra, pronunciarla: “Nezahualcóyotl”. ¿Somos él y sus contemporáneos y ellos son nosotros? Sí y no: Sí, porque las pasiones, las emociones humanas, , la riqueza y la pobreza son las mismas, el territorio es el mismo. No, porque no percibimos el universo y nuestro entorno de la misma manera; no, porque hemos transformado hasta el extrañamiento esta región. Y sin embargo somos ellos y ellos son nosotros: somos simplemente gente transitando por la historia.

II

Caminar por el Centro Histórico de la ciudad de México. Sentir la piedra, el griterío, el siempre estar de las ánimas. Inclinarse en cada alcantarilla y escuchar las voces de lo profundo. Ver de soslayo el zapato amarillo de plástico, las sonrisas de la gente. En el fondo lo que queda: El templo mayor. Oigo el ritmo insistente del tambor y el suspiro de una flauta. Alguien se acerca, extiende en su mano una lata con monedas. Ondean la pluma y la bandera.




La Máquina de Teatro, México D.F. 2007.



Juliana Faesler y Clarissa Malheiros.










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